"Y
entre tanto descalabro, acabas olvidando tu remolque de promesas rotas.
Las promesas. Las promesas duelen siempre a destiempo. Llega un momento
en el que ya no te crees nada de lo que te dices. Es cuando te das
cuenta de que con los años, a toda promesa le ha salido un matiz.
Prometer
es mentirle al destino. Prometer es perderse por adelantado. Hipotecar
lo inexorable. Prorratear lo inexpugnable. Autojoderse en diferido. Aun
claro, parece que prometerse cosas acaba siendo necesario para avanzar."
El sentimiento negativo - Risto Mejide
No hay comentarios:
Publicar un comentario