Recuerdame así,
tal y como siempre me ha gustado,
sonriéndole a la vida
aunque los motivos faltasen,
soltando carcajadas a quemarropa,
o a bocajarro.
Recuérdame en cada esquina de cualquier lugar,
en aquellos sueños que estamos por alcanzar
y en los que quedarán guardados
para (casi)siempre.
Recuérdame en cualquier nota de todas las canciones,
hasta en las que nunca te recordarán a mí;
en el resonar de los altavoces,
o en el murmullo de tus entrañas.
Recuérdame cuando la noche se te antoje fría,
y búscame en el calor de las sábanas
aun sabiendo que no me encontrarás(o sí).
Recuérdame en cada palabra susurrada
y en aquellas que nunca me llegarás a decir;
en cada letra dibujada con tinta de grandeza
por la persona más pequeña
que jamás llegarás a conocer.
Recuérdame en el color verde,
como los matices que conjugan mis ojos;
o en la intensidad del rojo. Pasión;
esa que hay cuando dos ojos se miran,
dos cuerpos se tocan
y dos almas se rozan.
Recuérdame así,
tal y como siempre
he querido que alguien lo hiciera,